Victoria amazonica
El mayor de todos los nenúfares abre al atardecer una flor nívea de hasta 40 cm de diámetro que se cerrará a la mañana siguiente. Durante esa primera noche, los escarabajos de la especie Cyclocephala castanea, cubiertos de polen de otras flores de Victoria amazonica, se posan en la blanca flor, cuyos órganos femeninos están en ese momento maduros, atraídos por su aroma semejante al albaricoque. Los escarabajos permanecerán atrapados al cerrarse la flor durante el día, fecundándola al deambular por su interior. Al atardecer del segundo día, con los estambres ya maduros, la flor, ahora rosada y de carácter masculino, permite escapar a los coleópteros cubiertos con su polen para que vayan en busca de las flores de otros nenúfares.
Reserva Marashá, Amazonas
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15 de octubre de 2009
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