Es habitual que, tras una copiosa comida, los buitres descansen en el suelo, prácticamente incapaces de alzar el vuelo. Es el caso de estos dos buitres dorsiblancos africanos (Gyps africanus) que, tras llenar sus buches con el cadáver de un búfalo cafre, permanecen echados en las orillas inundables del río Chobe.
P. N. Chobe, Botswana
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16 de octubre de 2014
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