Pirámide de Caio Cestio.
Caio Cestio era un magistrado romano y miembro de un colegio sacerdotal. Para albergar sus restos mortales, la Pirámide fue erigida entre el 18 y el 12 a. C. en la Via Ostiense, una importante vía de tránsito que conducía al puerto de Roma. La forma se inspiró en el gusto exótico de la arquitectura egipcia, que se extendió a Roma tras la conquista de Egipto en el año 30 a. C. El monumento, sin embargo, fue construido en este lugar según la técnica constructiva romana. Las murallas defensivas de la ciudad, construidas por el emperador Aureliano entre 272 y 279, incorporaron a la Pirámide, salvándola de la destrucción que sufrieron otras edificaciones similares.
las medidas de la
Pirámide son 29,50 metros de base (100 pies romanos) por 36,81 metros
de altura (125 pies romanos). Fue construida en obra de cemento
revestido con sillares de mármol lunense, únicamente apoyado en el
núcleo del muro, sin sujecciones. En 1663, la Pirámide fue objeto
de excavaciones y una restauración general por parte del Papa
Alejandro VII. La reciente restauración de 2012-2014 afectó a los
cuatro frentes y consistió en la restauración conservadora de las
superficies de mármol y en la seguridad de las fuertes deformaciones
del revestimiento.
La restauración de la Pirámide fue posible
gracias a un mecenas japonés, el Sr. Youzo Yagi, y a su pasión por
revivir un monumento romano único.
La cámara funeraria interna tiene las paredes pintadas con cuadros de fondo blanco en los que Victorias aladas portan exvotos alternando con jarrones para ceremonias. La ley del 18 a. C. sobre la limitación a la ostentación del lujo en las tumbas había impedido la colocación de objetos preciosos en el interior de la tumba; a cambio, en el exterior se colocaron estatuas de bronce del difunto, con inscripciones que recordaban este hecho.
La urna que contenía las cenizas de Caio Cestio nunca se ha encontrado. Probablemente, fue robada durante los robos que ya practicaban en la época medieval los cazadores de tesoros. Sigue siendo un misterio aún hoy si hay una segunda cámara dentro del monumento, como siempre se ha imaginado.
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